
(Cerámica Mochica con representación de papa. Museo Larco.Perú)
2008 fue declarado por la ONU “Año Internacional de la Papa” el cuarto mayor alimento del mundo; después de el arroz, el trigo y el maíz.
La iniciativa se generó hace dos años por parte del Gobierno de Perú; país de origen.
A no haber carne para todos; el cultivo y consumo de la papa se está promoviendo en el mundo para dar de comer a millones de pobres.
Este tubérculo de origen andino; cuyo nombre científico es “Solanum tuberosum” se llama simplemente papa (palabra quechua) y no patata; como se le llama en España (a excepción de Andalucía y las Islas Canarias) y en otros países europeos; la confusión viene desde los conquistadores que llamaban patata a la batata y a la papa indistintamente y crearon una fusión pa-tata.
La papa ha sido venerada por nuestros ancestros indígenas incas y tiwanakus quienes la domesticaron hace aproximadamente 8,000 años A.C.; generoso con nuestro cuerpo nos provee: proteínas, almidón, vitaminas hidrosolubles, minerales y fibra.
Refieren los nutricionistas que “Una papa de tamaño mediano aporta la mitad de lo requerido en vitamina C para una persona adulta, a diferencia del arroz y el trigo que no cuentan con este elemento. Asimismo es muy baja en grasa, posee solo el 5% de grasa del trigo. Cocinada contiene más proteína y casi el doble de calcio del trigo.”
Así que a comer papas amigos
Los invito a todos a publicar sus mejores recetas con papas.
Y comparto una que me encanta.

PAPAS A LA BRAVA
INGREDIENTES:
2 kilos de papas
1 cebolla grande picada
2 dientes de ajo picados
1 pimiento dulce picado (chiltoma)
1 pizca de azafrán
1 cucharadita de azúcar
1 cucharadita de pimentón picante
3 pimientas de cayena
4 tomates rojos licuados o triturados (con o sin semilla como gusten)
1 cucharada de vinagre tinto
PROCEDIMIENTO:
Cocer las papas enteras con todo y cáscara durante 5 o 6 minutos a fuego vivo; sacar inmediatamente, enfriar con agua y escurrir; quitar la cáscara y cortar en trozos ni muy grandes ni muy pequeños; secarlas con un trapo limpio.
Freír en aceite de oliva o de maíz muy caliente y agregarle sal al gusto. Puede agregársele un poco de pimentón español para darle color.
Se sacan de la sartén y se depositan en un recipiente con un fondo de papel servilleta para que escurran el aceite.
Para la salsa:
Sofreír a fuego lento la cebolla, chiltoma y el ajo; agregándole un poquito de pimienta negra.
Cuando esté tierna la cebolla y la chiltoma agregarle un poco cayena roja picante o chile seco y azafrán; el tomate triturado, una cucharada de azúcar y una cucharada de vinagre tinto; rehogar unos 10 minutos a fuego lento.
La salsa se pone en una fuente de vidrio al centro de la mesa y los comensales remojan sus papas en ella a su gusto; si se prefiere puede bañarse las papas con la salsa.
Debe tenerse el cuidado que la salsa esté antes o al mismo tiempo que las papas para que no se pongan suaves y feas.
Buen provecho.
Homero.